La Virtud y La Masoneria.

 

La masonería, como organización que busca promover la virtud y el desarrollo moral de sus miembros, enfrenta críticas que son particularmente relevantes en el contexto de la sociedad actual. A medida que el mundo evoluciona, las expectativas sobre la ética y la responsabilidad social también cambian, revelando una disonancia entre los ideales masónicos y la realidad contemporánea.

1. Contradicciones en la Práctica de la Virtud

La masonería aboga por principios como la honestidad, la justicia y la solidaridad. Sin embargo, en una sociedad donde los escándalos de corrupción y la falta de integridad parecen ser la norma en muchos sectores, incluidos los que a menudo se asocian con la masonería, surge la pregunta: ¿es la masonería capaz de ser un modelo de virtud? El contraste entre los ideales que promueve y las acciones de algunos de sus miembros pone de manifiesto un dilema ético. La exposición de figuras prominentes en la masonería implicadas en actos de corrupción o abuso de poder plantea la interrogante de si la organización realmente logra inculcar un compromiso genuino con la virtud.

2. Secretismo y Opacidad

El secretismo que caracteriza a la masonería puede ser visto como una forma de proteger sus tradiciones, pero en la sociedad actual, donde la transparencia y la rendición de cuentas son cada vez más demandadas, este enfoque se vuelve problemático. La falta de apertura puede dar lugar a la desconfianza y alimentar teorías conspirativas que rodean a la organización. En una época donde las redes sociales y la información al instante han hecho que la vigilancia social sea más efectiva, la incapacidad de la masonería para adaptarse a esta nueva realidad plantea serias dudas sobre su relevancia y su capacidad para actuar como un agente moral en la sociedad contemporánea.

3. Diversidad Cultural y Moral Relativism

La masonería se presenta como una organización inclusiva que abraza la diversidad de creencias y perspectivas. Sin embargo, esta inclusividad se enfrenta a un desafío fundamental en un mundo cada vez más polarizado. La cuestión del relativismo moral es crítica; si todos los valores son igualmente válidos, ¿cómo puede la masonería establecer un estándar de virtud? En una sociedad donde el relativismo moral está en auge, los principios masónicos pueden verse debilitados, ya que se perciben como una imposición de una ética particular en un contexto global diverso.

4. La Virtud en el Contexto Actual

En el mundo contemporáneo, la virtud se está redefiniendo. Los movimientos sociales que luchan por la justicia social, la equidad de género y la sostenibilidad han transformado el discurso sobre lo que significa ser virtuoso. Mientras que la masonería promueve un enfoque tradicional de la virtud, los nuevos paradigmas exigen acciones concretas y una responsabilidad colectiva frente a los problemas sociales. La desconexión entre los rituales masónicos y la exigencia de una ética activa y participativa es evidente; la sociedad actual valora más la acción tangible que la proclamación de principios.

5. Compromiso Individual vs. Estructura Organizacional

Finalmente, la masonería se basa en el compromiso individual de sus miembros para vivir de acuerdo con sus principios. Sin embargo, en una sociedad que enfrenta desafíos complejos como el cambio climático, la desigualdad económica y la polarización política, el papel de la acción colectiva se vuelve crucial. La dependencia en la responsabilidad individual puede ser insuficiente para abordar problemas que requieren soluciones sistemáticas y estructurales. Esto sugiere que la masonería, al menos en su forma tradicional, puede estar perdiendo relevancia en un mundo que clama por cambios profundos y colaborativos.

La relación de la masonería con la virtud, al compararla con la sociedad actual, revela tensiones significativas que cuestionan su efectividad como un modelo ético en un mundo cambiante. A medida que las expectativas sobre la integridad, la transparencia y la responsabilidad social evolucionan, la masonería debe reevaluar su enfoque y adaptarse para seguir siendo relevante. Sin una reflexión crítica y una adaptación a los tiempos modernos, corre el riesgo de convertirse en una relicario de ideales que no se corresponden con la realidad contemporánea, dejando a sus miembros y a la sociedad en general en una búsqueda continua de virtudes que tal vez ya no se encuentren en sus prácticas.

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